Existe mucha información errónea sobre el COVID-19 y las vacunas. A veces, es difícil saber qué es verdad y qué no. A veces, las recomendaciones cambian ligeramente a medida que los científicos y los médicos continúan aprendiendo más sobre el COVID-19.
¿Tiene más miedo a la vacuna que al COVID-19? Pregúntese por qué. Más de 400 estadounidenses todavía mueren cada día de COVID-19. Es probable que conozca a alguien que haya muerto a causa del COVID-19. Los efectos secundarios graves de las vacunas son poco comunes y es por eso que es noticia cuando una persona se enferma a causa de la vacuna.
No. Ninguna de las vacunas contiene virus vivos.
No, no se utiliza ningún virus en ninguna de las vacunas.
Cerca del 99% de las hospitalizaciones y muertes recientes han sido entre personas no vacunadas. Las personas que se vacunan y después se enferman con COVID-19 tienen síntomas menos graves.
Piense sobre la vacuna como los cinturones de seguridad: sabemos que las personas están mucho más seguras cuando usan el cinturón de seguridad que cuando no lo usan.
Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves a moderados después de ser vacunadas. Las reacciones comunes pueden incluir: escalofríos, cansancio y dolor muscular.
Estas reacciones son normales y deberían desaparecer en unos pocos días. Si las exhibes, no significa que eres contagioso y esto demuestra que la vacuna está trabajando con tu cuerpo para protegerte del COVID-19.
Sin embargo, si usted no recibe la vacuna y contrae COVID-19, puede ser que no se le permita trabajar por algunas semanas o incluso hasta por más tiempo.
No. Esto es la vacuna que enseñándole al sistema inmunológico de su cuerpo a reconocer y combatir contra la infección contra la que ha sido diseñada. Esta no es la enfermedad en sí, sino el cuerpo respondiendo a la vacuna.
En pocas palabras: contraer COVID-19 lo enfermará mucho más que cualquier reacción a la vacuna. El COVID-19 puede durar semanas o incluso más.
No, el ARNm no es lo mismo que el ADN. Las vacunas no interactúan con ni cambian su ADN.
La tecnología que creó dos de las vacunas utiliza ARN mensajero o "ARNm". el ARNm es algo que el cuerpo usa para enviar mensajes dentro de sus células para poder protegerlo. Las vacunas de ARNm funcionan como un manual de instrucciones para el sistema inmunológico de ts cuerpo.
Las vacunas de ARNm han sido estudiadas y utilizadas durante décadas (¡más de 30 años!) antes de que surgiera el COVID-19. Esta tecnología había sido estudiada y utilizada en vacunas contra otros virus, tales como la influenza, la rabia y el Zika, así como en tratamientos para el cáncer. Debido a esto, sabemos bien cómo funciona el ARNm en una vacuna y que las vacunas son seguras.
Las vacunas se desarrollaron rápidamente porque muchos investigadores, científicos, fabricantes y distribuidores a través del mundo trabajaron juntos para compartir su información. Las medidas de seguridad no fueron abandonadas.
Las vacunas de ARNm, como Pfizer y Moderna, utilizan tecnología que ya existía. Cientos de candidatos para vacunas se estaban desarrollando y probando simultáneamente a través del mundo. Se brindó un enorme apoyo financiero para desarrollar, probar, fabricar y distribuir las vacunas. Se realizaron varias pruebas al mismo tiempo, en vez de uno tras otro.
Contando hacia atrás hasta la vacuna contra el polio – la cual se lanzó ampliamente al público en la década de 1960 – no hemos visto una vacuna con efectos secundarios a largo plazo, es decir, efectos secundarios que ocurren varios meses o años después de la inyección.
Y en todas las vacunas disponibles, los efectos secundarios – incluyendo los efectos secundarios graves muy raros – se desarrollan dentro de las seis a ocho semanas posteriores a la vacunación, no después.
Las vacunas COVID-19 se han estudiado en humanos durante más de 2 años y más de 223 millones de personas se han vacunado por completo únicamente en los Estados Unidos. Se ha demostrado que las vacunas son extremadamente seguras. Los sistemas de control de seguridad han podido detectar efectos adversos muy raros, todos los cuales ocurrieron en los días o semanas posteriores a la vacunación.
Esto es lo que les da a los científicos y funcionarios de salud pública confianza en la seguridad a largo plazo de las vacunas COVID-19. Si hubiera efectos secundarios significativos, es muy probable que ya se hayan descubierto.
Los hallazgos de los sistemas de monitoreo de la seguridad de las vacunas de los Estados Unidos son tempranos pero tranquilizadores. Estos datos, que incluyeron a personas que recibieron vacunas de ARNm (es decir, Pfizer-BioNTech o Moderna), no identificaron ningún problema de seguridad para las mujeres embarazadas que fueron vacunadas o para sus bebés.
Las mujeres embarazadas reportaron tipos y frecuencias de efectos secundarios similares a los de las mujeres no embarazadas, incluidos efectos secundarios graves. Los resultados del embarazo en personas vacunadas fueron similares a los de los estudios de mujeres embarazadas realizados antes de la pandemia de COVID-19.
Otro informe examinó a las mujeres embarazadas inscritas en el registro de embarazos “v-safe” que fueron vacunadas antes de las 20 semanas de embarazo. Los científicos no encontraron un mayor riesgo de aborto espontáneo entre las mujeres que recibieron una vacuna de ARNm COVID-19 durante el embarazo.
Actualmente no hay evidencia que demuestre que alguna vacuna, no solo las de COVID-19, causa problemas de fertilidad (problemas para intentar quedar embarazada) en mujeres u hombres.
Sin embargo, hay datos que muestran que contagiarte de COVID-19 puede causar problemas de fertilidad en algunas personas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado el uso de emergencia de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna contra el COVID-19 para niños de 6 meses de edad en adelante. La FDA ha considerado que las vacunas dePfizer-BioNTech y Moderna contra el COVID-19 son "seguras y eficaces para la prevención de COVID-19 en niños de 6 meses en adelante.
En estudios de seguridad que incluyeron aproximadamente a 3,460 niños de edades de 6 meses a 5 años quienes recibieron la vacuna, no se detectaron efectos secundarios graves.
Llame al médico de su hijo hoy mismo.
Las listas de todos los ingredientes están ampliamente disponibles, incluyendo en el sitio web de cada vacuna.
Sí, debe vacunarse incluso si ya tenía COVID-19 debido a las nuevas variantes.
Las vacunas no son 100% eficaz. Algunas personas vacunadas se pueden infectar, pero debido a la vacuna sus síntomas son tan ligeros que pueden transmitir la enfermedad a sus familias y a otras personas sin saberlo.
Hasta que no se vacune a más personas, el enmascaramiento, el lavado de manos y el distanciamiento social siguen siendo importantes.
Las vacunas Pfizer-BioNTech, Moderna y Novavax requieren dos inyecciones con varias semanas de diferencia. La vacuna Johnson y Johnson (J&J) solo requiere una inyección.
Actualmente, sólo Moderna y Pfizer están aprobadas para su uso con niños de 6 meses en adelante. Novavax está aprobada para niños de 12 años en adelante. J&J está aprobada para adultos de 18 años en adelante.
No, las vacunas del COVID-19 por sí mismas no contienen células fetales o ADN, aunque algunas vacunas se desarrollaron o se probaron algunas vacunas con líneas celulares científicamente validadas.
Grandes líderes religiosos también han emitido declaraciones de apoyo sobre la vacunación.
Todas las personas mayores de 18 años, así como las personas con inmunodeficiencia, deberían recibir una vacuna de refuerzo (booster en inglés) contra el COVID-19.
Aunque las vacunas contra el COVID-19 siguen siendo muy eficaces para prevenir enfermedades graves, existe evidencia de que su protección disminuye con el tiempo. Una vacuna de refuerzo ayuda a garantizar la protección contra el COVID-19 y nuevas variantes a medida que se desarrolla el virus.
Puede elegir cualquiera de las 3 vacunas disponibles para su refuerzo (esto es conocido como “vacunas combinadas”). Las citas de refuerzo están disponibles en la mayoría de las farmacias locales. Si tiene preguntas, comuníquese con su proveedor de cuidado primario.
¿Cuál es la manera más fácil para vacunarse?
¡Farmacias! La mayoría no requiere cita; lo único que tiene que hacer es ir y pedir la vacuna. Y hay muchas farmacias cercanas a usted.
Millones de estadounidenses han sido vacunados seguramente. Pero para detener la propagación del COVID-19, muchas personas más todavía necesitan vacunarse.